LE APLICO UNA MALA CIRUGÍA SEÑALAN

E. G. de la Cerna 

Las autoridades de la Unidad de Atención Temprana de la Unidad Integral de Procuración de Justicia del distrito judicial XVII zona Veracruz, Veracruz, investiga al veterinario Ubaldo A. R., por presunta negligencia médica, mala praxis, y daños, pues tuvo una paciente, una perrita de 11 años de edad y por malos diagnósticos y una mal cirugía, la mascota tuvo complicaciones que le costaron la vida.

Ahora su dueña, Jessica A. R. R., pide todo el peso de la justicia en contra de este profesionista por su mal accionar como médico veterinario. 

Lo anterior quedó ya radicado dentro de la carpeta de investigación 3425/2023 de la Fiscalía Sexta en contra de U. Albares Romero por los presuntos delitos citados. 

Para ello la agraviada recurrió a los litigantes y asesores legales, Jesús Ulloa Carreño, Luis Alfonso López Chávez, y Víctor Eduardo Morales Matías, quienes presentaron la denuncia penal.

En los antecedentes se destaca que la agraviada llevó el 8 de agosto, a su mascota la perrita Chaparra, de 11 años de edad, al veterinario, al negocio Green Dog Spa, ubicado en la calle de Alcocer 748 de la colonia Ortiz Rubio, a cargo de médico veterinario Ubaldo A. R.

La mascota presentaba malestar y secreciones (pus y sangre) en la vagina, y al revisarla el veterinario diagnostico piometria canina. El médico veterinario le indicó que era necesaria la operación, pero la agraviada (dueña de la mascota) indicó que primero debía darle antibiótico para que cediera la infección. 

U. Albares Romero le dio el antibiótico, y le aseveró que era necesaria la operaron, pero Jessica A. R. R., estaba pesimista, pues la mascota estaba ya grande de edad, y baja de peso, pero el veterinario no vio peligro alguno.

Para el 10 de agosto se llevó a cabo la operación y duró una hora y media, permaneciendo sedada todavía. El veterinario pretendió que se llevara a la perrita, pero su dueña se negó, dejándola en observación, llevándosela a su casa por la tarde, tras despertar de la operación, recetándole antibióticos y analgésicos, pero la perrita comenzó a vomitar. 

Teniendo comunicación con el veterinario, le fue indicando el comportamiento de la perrita y nula mejoría. La perrita no podía evacuar, ni orinar, mucho menos comer. Estaba muy débil, incluso el médico veterinario fue a la casa de la dueña de la perrita, en donde le puso suero y volvió a recetar medicinas. 

La perrita no mejoraba y Ubaldo A. R. todavía fue a verla el 15 de agosto, pero la vio de lejos, ya no se le acercó. Esa noche la perrita se puso muy mal y Jessica A. R. R., optó por llevarla a la clínica veterinaria Nueva Era en la colonia Carranza, en donde hay servicio de urgencias.

A la perrita le sacaron radiografías y se descartó la obstrucción intestinal, por lo que debieron operarla y ahí descubrieron que la operación que realizó Ubaldo A. R. fue mal ejecutada, hubo una mala praxis. 

Había líquidos, en el estómago había sangre, restos de tejidos necrosantes, deteniendo el movimiento intestinal. 

Había restos de la matriz que tuvieron que retirar, pues ya estaban necrosándose. Tuvieron que retirar todo lo que estaba pudriéndose y reparar lo afectado, sin embargo, la infección se extendió y la perrita falleció. El veterinario que operó por segunda vez, Jesús D. L. confirmó todo lo mal ejecutado en la primera operación.

La dueña de la mascota ante dicha situación, pide todo el peso de la ley en contra de este mal profesionista, pues hizo sufrir a su perrita con su mal accionar.