ERAN DUEÑOS DE THE PHONE HOUSE
*Vacacionaron en Dubái, yates en Miami y portaban relojes de más de medio millón, se encuentran evadiendo a la justicia
*Son buscados por millonario fraude en agravio de inversionistas
Por E. G. de la Cerna
Fotos de la Cerna NOTIVER
Veracruz
Mientras la justicia mexicana los busca por el delito de extorsión, y sus propiedades ya fueron embargadas, Bernardo Romano García y Aitana García Fernández, llevaban hasta hace poco un estilo de vida reservado para millonarios.
Ellos cuentan con una ficha roja para lograr su captura por el delito de extorsión.
En una de las imágenes obtenidas, la pareja aparece de noche a bordo de un yate en Miami, en los Estados Unidos, entre copas de vino, rascacielos iluminados y atuendos de alto nivel.
Ella luce un top blanco, falda de diseñador, reloj suizo en la muñeca y una cartera cruzada.
Él posa con actitud relajada, copa en mano, camisa abierta y un reloj de lujo. Ambos sonrientes. Tranquilos. Como si nada pudiera alcanzarlos.
En otra fotografía, aparecen en la imponente Mezquita Sheikh Zayed, en Abu Dabi, en los Emiratos Árabes Uñudo.
Ella porta una túnica de diseñador con aplicaciones doradas, lentes de sol de alta gama y un bolso Chanel Boy Bag, valuado en más de 120 mil pesos.
El escenario: uno de los destinos más exclusivos del mundo.
Las imágenes fueron compartidas en redes sociales, antes de que estallara el escándalo.

Según fuentes judiciales, pese a haber perdido su contrato como distribuidores de Telcel, mantenían ese ritmo de vida gracias al dinero que, presuntamente, obtuvieron mediante el fraude a inversionistas, quienes confiaron en ellos y hoy los denuncian por millonarios adeudos y manejos engañosos.
Las autoridades ya embargaron sus bienes, pero su paradero sigue siendo desconocido.
Con ficha roja de Interpol, todo indica que huyeron del país. Los excesos tienen factura.
Y ya se está en proceso de cobro.
El delito de extorsión está documentado y debidamente acreditado en la Carpeta de Investigación CI-FIDDS/E/UI-3 C/D/01562/12/2024.
La empresa The Phone House, la cual encabezaron Bernardo Romano García y Aitana García Fernández se convirtió en un emporio, vendiendo tiempo aire y telefonía, era uno de los distribuidores autorizados más grandes de la compañía Telcel, propiedad de Carlos Slim.
Esa empresa, bajo el control de Bernardo Romano García y su esposa Aitana García Hernández, permitió que la familia se hiciera millonaria de la noche a la mañana, se acostumbraron a gastar dinero a manos llenas, hasta que Slim los descubrió y les retiró el negocio.